¿Qué es una uña incarnada?
Es una uña que durante su crecimiento se enclava en los tejidos que la rodean Este “enclavamiento” de la uña irrita la piel, a menudo provocando dolor, enrojecimiento, hinchazón y calor en el dedo del pie.
Si una uña incarnada causa una herida en la piel, pueden entrar bacterias y provocar una infección local que se caracteriza por producir secreción purulenta y producir mal olor. En la mayoría de los casos se trata de infecciones que se resuelven sin problema mediante la avulsión parcial y/o total de la lámina ungueal, la evacuación del contenido purulento, si existiera, y el correcto tratamiento y control de la herida. No obstante, en algunos casos estas infecciones pueden llegar a ser importantes si el paciente no recibe tratamiento temprano o si presenta enfermedades que pueden complicar la evolucion: diabetes, neuropatías, problemas vasculares…
Causas
- Herencia. La herencia de determinadas morfologías de las uñas predispone a su enclavamiento.
- Traumatismos previos. Los traumatismos agudos (golpes directos sobre las uñas o caída de objetos sobre ellas) así como los traumatismos de repetición provocados por la actividad física o por el calzado pueden causar uñas encarnadas.
- Corte inapropiado. Es la causa más frecuente. La presencia de picos en los laterales de las uñas tras el corte pude provocar posteriormente que la uña se encarne.
- Calzado inapropiado. Tanto el l uso de medias o calcetines de compresión así como el uso de calzado de horma estrecha o de longitud insuficiente aumentará la presión de los tejidos que rodean las uñas favoreciendo la aparición de uñas encarnadas.
- Alteraciones propias de las uñas. Determinas alteraciones de la matriz de la uña consecuencia de traumatismos o de enfermedades de la propia uña como infecciones o distrofias ungueales son causa de uñas encarnadas.
Tratamiento
Desaconsejamos la realización de cuidados caseros en casos de uñas encarnadas ya que pueden agravar el problema. Evite realizar las llamadas “cirugías de cuarto de baño”. La presencia de infección en la uña o en el caso de pacientes con los llamados “pies de riesgo” (pacientes con enfermedades vasculares, neurológicas o diabéticos) requerirá de atención podológica profesional.
Atención podológica
Tras el examen cuidadoso del dedo del pie, el podólogo selecciona tratamiento más apropiado para su caso. Si hay signos de infección, puede ser necesario que tome antibióticos orales durante unos días.
En ocasiones se necesita un procedimiento quirúrgico menor, a menudo realizado en la propia consulta, para aliviar el dolor y retirar la uña que lo causa. Después de aplicar anestesia local, se retirará el borde lateral de la uña. En caos recurrentes de uñas que se vuelven a encarnar puede ser aconsejable la realización de algún procedimiento quirúrgico con vocación de definitivo (matricectomías) que evite el enclavamiento repetido de la uña.
Después de una cirugía de uña, le será colocado un vendaje ligero. La mayoría de las personas experimentan muy poco dolor después de la cirugía y pueden retomar sus actividades normales al día siguiente con calzado que evite la presión en la zona de la lesión. Si su podólogo le recetó un antibiótico oral, será necesario que lo tome tal y como se lo indicó aunque los síntomas hayan mejorado o desaparecido.