La causa más frecuente de dolor del talón es la fascitis plantar, una condición que a veces también se llama “síndrome del espolón calcáneo” cuando se evidencia un sobrecrecimiento de hueso en la tuberosidad plantar del cálcáneo. El dolor de talón también puede deberse a otras causas, como una fractura por sobrecarga, tendinitis, artritis, irritación de los nervios, o, en raras ocasiones, un quiste.
Debido a que hay varias causas posibles, es importante establecer un diagnóstico correcto. Un podólogo es capaz de distinguir entre todas las posibilidades y determinar la causa subyacente de su dolor en el talón.
La fascitis plantar es una inflamación de la banda de tejido (fascia plantar) que se extiende desde el talón hasta los dedos de los pies. En esta patología, inicialmente la fascia se irrita y posteriormente se inflama, dando como resultado dolor en el talón.
El uso de calzado inadecuado pone tensión anormal sobre la fascia plantar que puede originar una fascitis plantar. Es particularmente frecuente cuando el trabajo requiere permanencia en pie durante muchas horas. La obesidad también puede contribuir a la fascitis plantar.
Los síntomas de la fascitis plantar son:
• Dolor en la parte inferior (plantar) del talón
• Dolor que generalmente empeora al levantarse
• Dolor que aumenta en un período de meses
Las personas con fascitis plantar a menudo describen mayor dolor cuando se levantan por la mañana o después de haber estado sentado durante largos períodos de tiempo. Después de unos minutos de caminar disminuye el dolor, porque se extiende la fascia. Para algunas personas el dolor desaparece pero vuelve después de pasar largos períodos de tiempo en pie.
Para llegar a un diagnóstico, el podólogo obtendrá su historial médico y examinará su pie. A lo largo de este proceso el podólogo establecerá un diagnóstico diferencial con los distintos tipos de talalgias (dolores en el talón).
Además, los estudios de diagnóstico por imágenes, como radiografías u otras modalidades de imagen pueden ser utilizados para distinguir los diferentes tipos de dolor en el talón. A veces los espolones calcáneos se encuentran en pacientes con fascitis plantar, pero rara vez son una fuente de dolor. Cuando están presentes, la condición puede ser diagnosticado como fascitis plantar o Síndrome del espolón calcáneo.
El tratamiento de la fascitis plantar se inicia con las estrategias de primera línea, que puede empezar en casa:
Aunque la mayoría de los pacientes con fascitis plantar responden al tratamiento no quirúrgico, un pequeño porcentaje de pacientes pueden requerir cirugía. Si, después de varios meses (entre seis y doce) de tratamiento no quirúrgico, usted sigue teniendo dolor en el talón, la cirugía debe ser considerada. Su podólogo discutirá las opciones quirúrgicas con usted y determinará qué enfoque será el más beneficioso.
No importa qué tipo de tratamiento se realice para la fascitis plantar, las causas subyacentes que llevaron a esta patología puede permanecer. Por lo tanto, tendrá que continuar con las medidas preventivas. El uso de calzado adecuado y el uso de plantillas funcionales a medida son la base del tratamiento a largo plazo para la fascitis plantar.