El juanete es una deformidad muy frecuente de los pies. Con frecuencia produce dolor y deformidad y precisa de tratamiento especializado.
El juanete (también conocido como hallux valgus o hallux abductus valgus) se describe a menudo como una protuberancia en el lado del dedo gordo del pie. Pero un juanete es más que eso. La protuberancia visible en realidad refleja los cambios en la estructura ósea de la parte delantera del pie. El dedo gordo del pie se inclina hacia el segundo dedo, en lugar de señalar hacia delante, lo que provoca desalineación en el resto de los dedos.
Los juanetes son un desorden progresivo. Se inicia con la inclinación del dedo gordo del pie, va cambiando el ángulo de los huesos durante los años y poco a poco se va produciendo la típica deformidad ósea, que se va haciendo cada vez más prominente. Los síntomas suelen aparecer en etapas posteriores, aunque algunas personas nunca tienen síntomas.
Los juanetes son causados más frecuentemente por una estructura mecánica defectuosa hereditaria del pie. Esto no es lo mismo que decir que el juanete se hereda, pero ciertos tipos de pies hacen que una persona sea propensa a desarrollar un juanete.
Aunque el uso de zapatos que compriman los dedos de los pies no son la causa de los juanetes, a veces hacen que la deformidad empeore progresivamente y por tanto pueden hacer que los síntomas aparezcan antes.
Los síntomas, que se producen en el lugar de los juanetes, pueden incluir:
Los síntomas aparecen con más frecuencia cuando se usan zapatos que comprimen los dedos de los pies, como zapatos con puntera estrecha o tacón alto. Esto puede explicar por qué las mujeres son más propensas a tener síntomas que los hombres. Además, pasar largos periodos de tiempo en pie puede agravar los síntomas de los juanetes.
Los juanetes son evidentes – la prominencia es visible en la base del dedo gordo o a un lado del pie. Sin embargo, para evaluar plenamente la situación, el podólogo puede tomar rayos X para determinar el grado de la deformidad y evaluar los cambios que se han producido.
Los juanetes representan una deformidad progresiva, no desaparecen, y por lo general empeoran con el tiempo. Pero no todos los casos son iguales, algunos juanetes empeoran con mayor rapidez que otros. Una vez que el cirujano ha evaluado sus juanetes, se puede desarrollar un plan de tratamiento que se adapte a sus necesidades.
A veces, la simple observación de los juanetes es todo lo que se necesita. Para reducir el riesgo de daño se aconseja la evaluación periódica y el estudio radiológico.
En muchos otros casos, sin embargo, es necesario algún tipo de tratamiento. Los primeros tratamientos están dirigidos a aliviar el dolor de juanetes, pero no revertirá la deformidad. Estos incluyen:
Si los tratamientos no quirúrgicos para aliviar el dolor del juanete fallan y el dolor condiciona las actividades diarias, es el momento para valorar si alguna de las opciones quirúrgicas es adecuada para usted.
Existe una variedad de procedimientos quirúrgicos disponibles para tratar los juanetes. Los procedimientos están diseñados para eliminar la exostosis, corregir los cambios en la estructura ósea del pie, y corregir los cambios en los tejidos blandos. El objetivo de la cirugía es la reducción del dolor.
Al seleccionar el procedimiento o combinación de procedimientos para su caso particular, en APIE Podología Avanzada tendremos en cuenta la magnitud de su deformidad basándonos en un estudio radiológico, su edad, su nivel de actividad y otros factores. La duración del período de recuperación variará, dependiendo del procedimiento o procedimientos realizados.
Técnica quirúrgica por la que se produce la fijación u osteosíntesis de las superficies articulares de dos o más huesos con el fin de eliminar el movimiento entre los mismos.
Permite una gran corrección de la deformidad mediante un diseño de osteotomía (corte en el hueso) muy estable que permite caminar con calzado post-quirúrgico nada más terminar la intervención.
Mediante la fusión de la base del primer metatarsiano y de la primera cuña reducimos drásticamente el movimiento en flexión dorsal del primer metatarsiano y corregimos la desviación del primer metatarsiano.