Un neuroma es un engrosamiento de tejido nervioso que se pueden desarrollar en varias partes del cuerpo. El neuroma más común en el pie es el llamado neuroma de Morton, que se produce entre los dedos tercero y cuarto.
Se le llama a veces neuroma intermetatarsiano por su localización en el pie entre los huesos metatarsianos. Los neuromas pueden también encontrarse en otros lugares en el pie.
El engrosamiento del nervio que define un neuroma es el resultado de la compresión e irritacióndel mismo. Esta compresión produce irritación del nervio que a la larga puede conducir al daño permanente del nervio.
Cualquier cosa que cause la compresión o irritación del nervio puede llevar al desarrollo de un neuroma. Uno de las causas más frecuente es el uso de zapatos de punta estrecha, o zapatos de tacón alto que fuerzan y comprimen el movimiento de los dedos del pie.
Las personas con ciertas deformidades del pie – juanetes, dedos en martillo, pies planos, pie hiperlaxos – se encuentran en mayor riesgo de desarrollar un neuroma. Otras causas potenciales son las actividades que producen la irritación reiterada de la zona plantar del antepié, como correr o los deportes de cancha. Las lesiones u otro tipo de traumatismo en el área también puede causar un neuroma.
Si usted tiene un neuroma de Morton, puede tener uno o más de estos síntomas:
Para llegar a un diagnóstico, el podólogo realizará una historia completa de sus síntomas y le examinará el pie. Durante el examen físico, se intentará reproducir los síntomas mediante la manipulación de su pie. También se podrán realizar otras pruebas o estudios de imagen, como las radiografías.
El mejor momento para consultar a su podólogo es al inicio de los síntomas. El diagnóstico temprano del neuroma de Morton disminuye la necesidad de tratamientos más invasivos y puede evitar la cirugía.
En el desarrollo de un plan de tratamiento, el podólogo determinará en primer lugar el tiempo que he tenido el neuroma y evaluará en qué etapa de desarrollo se encuentra. Los enfoques de tratamiento varían en función de la gravedad del problema.
En neuromas leves o moderados las opciones de tratamiento pueden incluir:
La cirugía puede ser considerada en pacientes que no han respondido adecuadamente a los tratamientos no quirúrgicos. Su podólogo determinará el criterio de que es mejor para su situación. La duración del período de recuperación variará, dependiendo del procedimiento realizado.
Independientemente de si se han sometido a tratamiento quirúrgico o no quirúrgico, el cirujano le recomendará medidas a largo plazo para evitar la recidiva de los síntomas. Estos incluyen el calzado adecuado y la modificación de las actividades para reducir la presión reiterada en el pie.